Feliz domingo!!!
Si os gustan la cuajada y el chocolate este es vuestro postre. La tarta-flan de cuajada y chocolate
se hace en un momento y si tenéis un molde con alguna forma bonita os quedará de lujo. A simple vista parece una tarta de dos chocolates pero en realidad solo lleva uno, la capa blanca es de cuajada. ¿Que no os gusta el sabor de la cuajada? Pues no os preocupéis porque podéis darle un toque de vainilla como hago yo y listo.
Vamos allá...
Ingredientes:
Capa de cuajada:
-300 ml de nata para montar
-300 ml de leche semi desnatada
-150 gr de azúcar
-2 sobres de cuajada
si no os gusta mucho el sabor de la cuajada, como es el caso de mis hijos, podéis añadir un chorrito de esencia de vainilla y os quedará buenísima.
Capa de chocolate:
-200 gr de chocolate negro para postres
-300 ml de nata para montar
-300 ml de leche semi desnatada
-60 gr de azúcar
-2 sobres de cuajada
Elaboración:
En un cazo ponemos la nata, el azúcar y la leche a calentar (reservamos un poco de leche para disolver la cuajada). Cuando esté bien caliente, añadimos el chocolate troceado y removemos continuamente hasta que esté bien fundido. Añadimos los dos sobres de cuajada disueltos en la leche que hemos reservado y removemos bien con unas varillas. Cocinamos a fuego medio, sin dejar de remover, hasta que espese.
Vertemos la mezcla en un molde ( mejor si es de silicona que es mucho más fácil a la hora de desmoldar), dejamos templar y lo metemos en la nevera, donde debe reposar hasta que cuaje lo suficiente para poner encima la otra capa. Mientras tanto iremos preparando la capa de cuajada y para ello ponemos en un cazo la nata, la leche (reservando un poco de leche para disolver la cuajada) y el azúcar; si queréis ponerle la vainilla este es el momento y si no pues la dejáis tal cual. Cuando esté bien caliente añadimos los dos sobres de cuajada disueltos en la leche que hemos reservado, igual que en la capa anterior, y cocinamos a fuego lento hasta que espese.
Sacamos el molde de la nevera y, con ayuda de un tenedor, rallamos la superficie de la capa de chocolate para que al poner la siguiente no se nos resbale al cortar la tarta. Ahora vertemos la cuajada sobre la capa anterior y dejamos templar antes de volver a meter en la nevera. Dejamos reposar por lo menos cuatro o cinco horas antes de servirla.
Vamos allá...
Ingredientes:
Capa de cuajada:
-300 ml de nata para montar
-300 ml de leche semi desnatada
-150 gr de azúcar
-2 sobres de cuajada
si no os gusta mucho el sabor de la cuajada, como es el caso de mis hijos, podéis añadir un chorrito de esencia de vainilla y os quedará buenísima.
Capa de chocolate:
-200 gr de chocolate negro para postres
-300 ml de nata para montar
-300 ml de leche semi desnatada
-60 gr de azúcar
-2 sobres de cuajada
Elaboración:
En un cazo ponemos la nata, el azúcar y la leche a calentar (reservamos un poco de leche para disolver la cuajada). Cuando esté bien caliente, añadimos el chocolate troceado y removemos continuamente hasta que esté bien fundido. Añadimos los dos sobres de cuajada disueltos en la leche que hemos reservado y removemos bien con unas varillas. Cocinamos a fuego medio, sin dejar de remover, hasta que espese.
Vertemos la mezcla en un molde ( mejor si es de silicona que es mucho más fácil a la hora de desmoldar), dejamos templar y lo metemos en la nevera, donde debe reposar hasta que cuaje lo suficiente para poner encima la otra capa. Mientras tanto iremos preparando la capa de cuajada y para ello ponemos en un cazo la nata, la leche (reservando un poco de leche para disolver la cuajada) y el azúcar; si queréis ponerle la vainilla este es el momento y si no pues la dejáis tal cual. Cuando esté bien caliente añadimos los dos sobres de cuajada disueltos en la leche que hemos reservado, igual que en la capa anterior, y cocinamos a fuego lento hasta que espese.
Sacamos el molde de la nevera y, con ayuda de un tenedor, rallamos la superficie de la capa de chocolate para que al poner la siguiente no se nos resbale al cortar la tarta. Ahora vertemos la cuajada sobre la capa anterior y dejamos templar antes de volver a meter en la nevera. Dejamos reposar por lo menos cuatro o cinco horas antes de servirla.
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