En verano solo apetecen cosas frescas y eso también incluye a los postres, una buena opción son las tartas frías que son fáciles y se hacen en un momento. Hoy os traigo esta tarta fría de yogur y café, una combinación de sabores que compaginan a la perfección.
Ingredientes:
Para la base:
-10 o 12 sobáos
-125 ml de leche
Para la capa de yogur:
-2 yogures azucarados tipo griego
-150 gr de queso Ricotta
-50 ml de leche
-50 gr de azúcar
-4 láminas de gelatina neutra
Para la capa de café:
-150 gr de chocolate negro
-80 ml de café
-100 ml de nata para montar
-50 gr de azúcar
-4 hojas de gelatina neutra
Para decorar:
-Cacao en polvo
Elaboración:
Cubrimos la base de un molde desmontable de unos 20 cm. con los sobáos, rellenado bien todos los huecos. Apretamos bien para compactar la base y con una brocha de cocina empapamos los sobáos con la leche. Reservamos.
Ahora preparamos la capa de café y para ello, ponemos cuatro hojas de gelatina a remojo en agua fría, durante cinco minutos para que se hidraten. Mientras tanto calentamos el café junto con el azúcar y añadimos la gelatina escurrida. Removemos hasta que quede bien diluida. Troceamos el chocolate y lo fundimos al baño María o en el microondas. Una vez fundido lo añadimos al café con la gelatina. Incorporamos también la nata, mezclamos hasta que todo esté bien integrado y vertemos la mezcla en el molde sobre la capa de sobáos. Metemos el molde en la nevera y lo dejamos enfriar por lo menos dos horas.
Cuando la capa de café haya cuajado vamos preparando la capa de yogur.
Ponemos a hidratar la gelatina igual que hicimos para la capa de café.
En el vaso de la batidora ponemos el queso ricotta, el yogur y el azúcar y batimos hasta obtener una mezcla homogénea. Ahora calentamos la leche y diluimos la gelatina, bien escurrida, en ella. Añadimos a la mezcla de queso y yogur y mezclamos.
A continuación, sacamos el molde de la nevera y, con ayuda de un tenedor, rayamos toda la superficie de la capa de café para que se adhiera bien la de yogur y no se escurra al cortar la tarta.
Vertemos la capa de yogur sobre la de café, metemos el molde en la nevera y dejamos enfriar la tarta hasta el día siguiente. Si queremos comerla el mismo día hay que dejarla enfriar como mínimo cuatro horas.
Antes de servirla la ponemos en un plato o fuente de servir, la sacamos del molde y espolvoreamos toda la superficie con cacao en polvo.
¡¡¡Seguro que os va a encantar!!!
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