Patatas con salsa brava

El tapeo es sin duda alguna una de las cosas más distintivas de nuestro país. Salir de tapas y desgustar esos pequeños platos de todo tipo con recetas tradicionales y llenas de sabor es todo un lujo. Las patatas bravas son quizá la tapa más popular que tenemos en España y hay tantas recetas como cocineros. Hoy os dejo la mía y espero que os guste.

Ingredientes:

-4 patatas de tamaño medio

-1 cucharada de postre de pimentón dulce

-1 cucharada de postre de pimentón picante

-1 cebolla pequeña

-1 diente de ajo

-1 cucharada sopera de harina de trigo

-250 ml de agua

-1 pastilla de caldo de pollo

-Aceite de oliva virgen extra

-Sal

Elaboración:

Comenzaremos preparando la salsa brava y para ello, pelamos la cebolla y el ajo y los picamos muy finitos. Ponemos una sartén a fuego medio con dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra y cuando esté caliente, ponemos la cebolla y el ajo picados y una pizca de sal. Removemos de vez en cuando y dejamos que se vaya cocinando hasta que quede transparente sin llegar a dorarse, unos 10 minutos aproximadamente. Incorporamos la harina y la cocinamos junto con la cebolla durante un par de minutos para que la salsa no sepa a harina cruda. Ahora incorporamos las cucharadas de pimentón y removemos bien durante un minuto. Seguidamente añadimos el agua, poco a poco, sin dejar de remover para que no se formen grumos. Retiramos del fuego y ponemos la salsa en el vaso de la batidora junto a la pastilla de caldo. Trituramos bien, pasamos la salsa brava de nuevo a la sartén y dejamos que se cocine unos 2 o 3 minutos para que espese. Retiramos del fuego.

Si nos ha quedado muy espesa podemos poner un poco más de agua. Reservamnos.

Ahora pelamos las patatas, las cortamos en taquitos o gajos, como más os guste y las sazonamos. En una sartén honda ponemos a calentar abundante aceite de oliva virgen extra. Cuando esté bien caliente añadimos las patatas y las dejamos hacer hasta que veamos que están blanditas por dentro y crujientes y doraditas por fuera. Cuando estén en su punto, las retiramos de la sartén y las ponemos en un plato o fuente con papel de cocina para quitar el exceso de aceite.

Ya solo nos queda servir las patatas con la salsa brava por encima y tomarlas con una cerveza bien fresquita.