Esta es una de las recetas más conocidas de la cocina centroeuropea,ya que no es un plato que se haga solo en Hungría, también está muy extendido en los países de la zona que lo consumen de forma regular, como República Checa, Eslovaquia, Rumanía o Polonia. Este es un guiso muy potente de origen humilde, lo hacían los pastores, del que han ido apareciendo muchas variantes. Yo he elegido una de las formas que me ha parecido más sencilla y el resultado ha sido espectacular.
Ingredientes:
-1 kd de carne de ternera troceada para guiso
-1 cebolla
-1 puerro
-4 dientes de ajo
-2 zanahorias
-2 tomates
-1 pimiento rojo
-1 cucharadita de comino en polvo
-1 cucharada de paprika o pimentón de la Vera
-1 o 2 cayenas
-2 hojas de laurel
-300 ml de vino tinto
-100 ml de aceite de oliva virgen extra
-Pimienta negra molida
-Perejil
-Harina
-Sal
Elaboración:
Pelamos la cebolla, los ajos, las zanahorias y el puerro. Lo picamos todo finamente y lo reservamos. Limpiamos el pimiento y lo picamos igual, las zanahorias las pelamos y las cortamos en rodajas finitas y los tomates los rallamos. Reservamos también.
En una cazuela ponemos el aceite de oliva y lo calentamos. Salpimentamos la carne y la pasamos por harina ligeramente. Una vez enharinada la freímos en la cazuela hasta que esté doradita. Retiramos la carne de la cazuela, la ponemos en un plato y la reservamos.
En ese mismo aceite sofreímos todos los vegetales durante unos diez minutos a fuego lento. Cuando el sofrito esté dorado añadimos una buena cucharada de paprika o pimentón de la Vera. Removemos todo bien a fuego lento para que no se nos queme y echamos el vino tinto, que potenciará el sabor del guiso y le dará un color impresionante. Dejamos evaporar el alcohol y añadimos una cucharadita de comino en polvo, perejil picado al gusto, las hojas de laurel, la cayena y la carne de ternera que tenemos reservada. Removemos todo con suavidad para juntar todos los sabores. Cubrimos con agua y dejamos hacer a fuego lento, removiendo de vez en cuando para que no se pegue al fondo de la cazuela, hasta que la carne esté tierna, dos horas aproximadamente. Cuando el goulash esté listo nos habrá quedado una salsa espesita debido a la harina que le pusimos a la carne. Si la queremos más ligera podemos añadir un poco de agua.
Servimos el goulash húngaro bien caliente con un poco de perejil picado por encima.
¡Ah! y no os olvidéis de comprar pan porque la salsa de esta receta es grandiosa.
Espero que os guste y la preparéis en casa.
¡¡ Hasta pronto!!
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